Durante años, mi espacio de trabajo se limitó a la pantalla de un portátil de 14 pulgadas. Cada día era una batalla constante contra el desorden digital: ventanas superpuestas, el …
Como entusiastas de la tecnología y jugadores empedernidos, hemos pasado incontables horas inmersos en la búsqueda del monitor ideal. Ese “punto dulce” o sweet spot que lo tiene todo: una …
En el mundo laboral híbrido de hoy, mi escritorio se ha convertido en una navaja suiza: es mi oficina de día, mi centro de edición de vídeo por la tarde …
Recuerdo perfectamente la frustración. Mi viejo monitor de 19 pulgadas, un veterano de mil batallas, finalmente empezó a mostrar su edad. Los colores se veían apagados, el brillo era insuficiente …
Recuerdo perfectamente la frustración. Mi jornada laboral consistía en un baile incesante entre la tecla Alt y el Tabulador. Una hoja de cálculo a la izquierda, un documento de texto …
Pasamos incontables horas frente a nuestras pantallas. Yo mismo, antes de encontrar una configuración que funcionara, terminaba cada jornada laboral con una familiar tensión en el cuello, ojos cansados y …
Como jugadores, todos hemos estado ahí. En medio de una partida clasificatoria de Valorant, en el momento justo para asomarse y conseguir la baja que cambiará la ronda. Apuntas, disparas …
Recuerdo perfectamente la frustración. Estaba en una cafetería con encanto en Lisboa, intentando finalizar un informe crucial. Mi portátil, un fiel compañero de batallas, se sentía de repente como una …
Recuerdo perfectamente la frustración. Había invertido en una tarjeta gráfica decente, un procesador rápido y memoria RAM de sobra, pero algo seguía fallando en mis partidas de Valorant. Los enemigos …
Recuerdo perfectamente la sensación. Estaba inmerso en una partida decisiva de Valorant, mi equipo y yo a punto de ganar. En el momento clave, al asomarme por una esquina, el …